El lugar de celebración
A diferencia de las ceremonias religiosas que han de celebrarse en un iglesia o capilla, la gran ventaja que tienen las ceremonias civiles es que se pueden celebrar prácticamente en cualquier sitio: un jardín, una playa, un salón de celebraciones, un viñedo, el bosque, el campo, hasta en el propio salón de casa, siempre y cuando el alcalde, concejal o juez esté dispuesto a desplazarse al lugar escogido. Aunque si ya habéis firmado los papeles ante un juez no tendréis ese problema. Lo que sí hay que tener en cuenta es que los trámites para una boda civil tienen que realizarse en el registro civil del lugar en el que la boda se llevará a cabo.
Duración y estructura de la ceremonia
Suelen ser ceremonias cortas, de unos 15 o 20 minutos, aunque podrá variar en función del número de lecturas, rituales, etc. Normalmente la ceremonia civil ha de seguir una estructura pero, si habéis dejado firmado todo el papeleo previamente, las posibilidades se amplían exponencialmente. La estructura habitual comienza con una pequeña introducción del oficiante dando la bienvenida a los asistentes, a continuación comienzan las primeras lecturas seguidas de la lectura de los artículos civiles y las segundas lecturas. Después el oficiante procede a leer a los contrayentes la aceptación del matrimonio y se hace el intercambio de anillos para finalizar el acto con el ritual que hayáis elegido y el esperado beso. Finalmente se procede a la firma y a la salida de los novios por todo lo alto.
Protocolo de entrada y salida
En una ceremonia civil no hay cortejo, sin embargo, la novia y el novio pueden entrar del brazo de su padre o madre o incluso juntos si así lo desean. Tampoco hay damas ni padrinos, así que tendréis una preocupación menos. La elección de los testigos, que podrán ser dos y no necesariamente familiares, será vuestra única preocupación en ese sentido. Lo divertido de estas ceremonias es que podéis hacer lo que queráis, pero si lo que os preocupa es la entrada y salida, en qué orden y con quién, aquí os dejamos una guía.
Algo que suele agobiar un poco a nuestros novios es que apenas termina la ceremonia comienzan a recibir felicitaciones sin ni siquiera haber cruzado el pasillo. Nosotras recomendamos optar por alguna de estas dos ideas: que primero salgan los novios, les tiren el arroz y luego comiencen las felicitaciones o que bien salgan primero los invitados, luego los novios, les tiren el arroz (pétalos de flor, confeti y objetos varios -perdón por el chiste malo-) y luego comiencen la felicitaciones. Una opción que a nosotras nos gusta mucho es que los invitados se pongan en pie y desde sus asientos les tiren el arroz a los novios mientras cruzan el pasillo, y una vez hayan salido se acerquen a felicitarlos.
Colocación de los novios en el altar
Si seguimos el protocolo, lo correcto es que los novios se sitúen de espaldas a los invitados mirando a la persona que está oficiando su ceremonia. Situados frente al altar, en una boda "tradicional", la novia se colocaría a la izquierda y el novio a la derecha. Y en el caso de que hubiera padrinos, la colocación de izquierda a derecha sería la siguiente: padrino, novia, novio y madrina.
Sin embargo, como las normas están para romperse, nosotras optamos por colocar a los novios solos frente a los invitados, de forma que no pierdan de vista a nadie, ni a padrinos, ni testigos, ni invitados, ni oficiante. De esta manera nadie se pierde un detalle de nada, de una lagrimita o del sonrojo de la novia al recibir palabras bonitas.
Colocación de invitados
Aquí lo ideal es dejar la primera fila para padrinos y/o testigos, las siguientes filas más cercanas para familiares y amigos y el resto para el resto de invitados. Si queréis podéis reservar estos asientos con un bonito cartel o algún detalle en la silla. La cosa es destacar estos asientos para que el resto de invitados sepan que están reservados.
Rituales
En una ceremonia civil solo hay intercambio de anillos. Aquí no se intercambian arras, los novios pueden dedicarse unas palabras de amor y compromiso, al más puro estilo de las películas o realizar rituales como el de la arena o las velas. Ambos rituales simbolizan el hecho de que los contrayentes, de ese momento en adelante, unen sus vidas y el compromiso que adquieren el uno con el otro.
Música en la ceremonia civil
La música, ¡qué gran invento!. Capaz de emocionarnos y hacer que cada momento sea único. Elegir la música para tu ceremonia es uno de los momentos más especiales, porque supone elegir la banda sonora de tu boda. Una música que, al escucharla después de ese día, siempre te va a devolver a ese momento tan único (si solo te casas una vez, claro). Y lo bueno es, que a diferencia de las ceremonias religiosas, en las que tenemos que tener la aprobación del sacerdote, aquí podéis elegir la música que más os guste o tenga un importante significado para vosotros. En la ceremonia civil podéis poner música casi a cualquier momento, pero los instantes que con frecuencia van acompañados de banda sonora son: la entrada de cada uno de los contrayentes, las lecturas, los rituales, el intercambio de anillos y la salida de los novios.
Como veis, las opciones son variadas. Tanto como parejas nos encontramos. Y es lo maravilloso de todo esto. Que cada pareja personalice y haga suyo algo tan general y cotidiano.
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