27 oct 2017

Gema y Antonio David

Tradición, familia, emoción y amor. Es lo que respiramos en todo momento en la boda de Gema y Antonio David. Las miradas hablaban por sí solas.

Conocimos a Gema en su atelier, El Taller de Regina, y nos quedamos enamoradas del taller, de ese rinconcito destinado a las novias, de su trato tan amable y esa dulzura que desprende. Cuando Gema decidió contratarnos para la decoración y coordinación de su boda no solo tuvimos la oportunidad de conocerla como persona, sino que también pudimos descubrir esos vestidos con los que nos sorprendió el día de su boda. Para la ceremonia y banquete vestía con un maravilloso vestido con la espalda descubierta y detalles en hombros y cintura.

Todos los detalles en ambos hacían esto en nuestros ojos 🤩.

Tras un brindis con amigas, emprendieron su camino a la ceremonia, que según dicen la buenas lenguas decir que fue bonita es poco.

Y llegó el momento del banquete. Lágrimas de emoción y divertidas sorpresas, es todo lo que podemos decir.

Sin embargo, lo mejor llegó cuando comenzó la barra libre, Gema nos sorprendió con un vestido corto lleno de volantes y encaje con el que no paró de bailar en toda la noche. Una bailarina salida de su caja de música para disfrutar de una gran fiesta.

Dicen que las bodas de los pueblos son la mejores y lo que sí podemos decir de esta es que no hubo tiempo para el aburrimiento, la diversión y el cachondeo fueron los protagonistas de la barra libre, y es que hasta a nosotras nos sacaron a bailar una conga.

Desde aquí queremos dar las gracias a Gema y Antonio David por contar con nosotras y a todos aquellos proveedores que nos hicieron emocionarnos ese día: especialmente a Rafa Valera por emocionarnos con su fotografía y a Marta de Alba por esa voz que sorprendió a todos.

Para terminar, nos queremos despedir con los detalles de decoración que envolvieron esta boda, donde nuestra novia tuvo mucho que ver. Ella fue la gran diseñadora, nosotras solo le ayudamos a darle forma.