Porque si hay unos novios que se curraron su boda, estos fueron Mari y Manuel. Desde el primer día que quedamos con ellos ya tenían claro lo que querían: una boda de estilo rústico dónde el olivo era el claro hilo conductor. Desde la ceremonia hasta el banquete, en cada esquina había un detalle que te hacía recordar al campo, a lo silvestre, a una boda desenfadada marcada por el buen comer y la diversión, porque a eso se dedicaron nuestros novios en su boda, a divertirse. Nosotras solo fuimos la mano obradora que hizo que esto fuera posible. Durante los meses previos a la boda estuvimos acompañándolos y asesorándolos hasta que llegó el día B donde estuvimos coordinando, montando y velando porque todo saliera tal y como ellos lo habían imaginado.
Desde bien temprano, y con las pilas cargadas, comenzó el montaje de una boda difícil de olvidar. El sitio, la decoración, los proveedores, todos a una para que todo estuviera perfecto.
Bajo el encanto que ofrecía el sitio, los novios se decantaron por una ceremonia civil con amigos y familiares como oficiantes. Así que no faltó una risa en esa ceremonia, os lo puedo asegurar. Y sí, alguna lagrimilla también hubo; para qué nos vamos a engañar.
Árboles, un arco de madera bien vestido, el asiento para los novios hecho por ellos mismos con palés, troncos de madera marcando el camino al altar y ramilletes de olivo marcando las sillas. Pero lo que marcó la diferencia sin lugar a dudas fue el ritual por el que se decidieron nuestros novios. Se decidieron por el ritual de la plantación como símbolo de unión (y si os suena a chino, de él os hablamos en nuestro anterior post "Rituales originales para una boda civil").
Y, qué quieres que te diga, que el escote en la espalda del vestido de María nos traía loquitas. Como bien dice nuestra madre... sencilla pero elegante.
El el banquete, la decoración rústica que nuestros novios tanto ansiaban se respiraba por los cuatro costados. Ramas de olivo, espigas y lavanda estaban presentes en cada detalle.
Y después de la comida... ¡Barra libre! Y sí, lo volvemos a repetir, esta pareja sí que sabe pasárselo bien. Bailar hasta el amanecer para ellos no fue un dicho, sino un hecho.
Y para terminar, nos quedamos con esta imagen, la imagen de una mirada que lo dice todo. Gracias chicos por regalarnos este día.
Proveedores participantes en este pedazo de boda:
Coordinación y decoración: Sr. Klein
Catering: H&R Catering
Fotografía: Charlie Bonal
Video: Studio Sur
Dj: Ponle Ritmo
Animación infantil: Sonia
Formación musical: Cuarteto Artemisia
Carpa: Carpas Hacho
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